Tribulaciones

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anguish3_fLas tribulaciones nos vienen como la escuela de Dios en la formación del carácter. Las pruebas, los conflictos y las dificultades son las herramientas a través de las cuales vamos afinando el propósito de Dios en nuestra vida.

Este texto se relaciona a la parábola del sembrador y la semilla en los varios terrenos en la cual es puesta. El apóstol afirma que el se gloria juntamente con toda la comunidad de fe en las tribulaciones. Las tribulaciones producen paciencia. La paciencia es el espíritu que no se da por vencido. Es la determinación a permanecer firmes a pesar de los conflictos. Permanecemos firmes mientras las tribulaciones van obrando en nuestra vida interior. Es en esta etapa de firmeza que se va desarrollando el carácter.Pablo expresa que un carácter probado. Que ha pasado por la escuela de las aflicciones y ha permanecido firme a pesar de la adversidad.

El gloriarse en las tribulaciones es el resultado de entender que los creyentes nos amparamos en las promesas de Dios que son fieles. Y esta confianza produce esperanza. Y esta esperanza no nos desilusiona por cuanto en el camino vamos experimentando la presencia de amor que sostiene. Este es el amor de Dios que nos acompaña en las tribulaciones. Es la presencia de Dios por medio del Espíritu Santo que nos conforta.

El por tal razón que los creyentes se mantienen de pie en las tribulaciones. De rodillas estamos de pie. En la paciencia y firmeza estamos de pie. Así como el carácter se va formando se hace de pie. La esperanza es la confianza de que no estamos solos en la batalla y en los conflictos. La esperanza no avergüenza ni nos desilusiona porque las tempestades de afuera que nos azotan no pueden minar la fortaleza de un carácter probado en el interior dl creyente.

Vienen las tribulaciones y nosotros seguimos firmes. Vienen las pruebas y nosotros seguimos confiados. Vienen los conflictos y nosotros seguimos de pie.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:3-5)

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