Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Mateo 10:1
La joven cayó, arrojada por una fuerza descomunal. La audiencia, asustada, no sabía si correr, quedarse, llorar, gritar u orar. Una cosa era cierta: