Sin lugar para el odio

Compartir Compartir

Compartido

Un pequeño hacendado, bastante aburrido con una zorra que solía invadir su gallinero para robar sus aves, consiguió, después de un cierto tiempo, capturarla. Llevado por el grande odio y deseo de venganza, amarró una cuerda encharcada con aceite en su cola y prendió fuego. Saliendo en disparada, la raposa acabo

Leer más

Sin lugar para el odio

Compartir Compartir

Compartido

Un pequeño hacendado, bastante aburrido con una zorra que solía invadir su gallinero para robar sus aves, consiguió, después de un cierto tiempo, capturarla. Llevado por el grande odio y deseo de venganza, amarró una cuerda encharcada con aceite en su cola y prendió fuego. Saliendo en disparada, la raposa acabo

Leer más