Tomado de www.ministros.org
“Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo y no tienen que comer” (Marcos 8:2)
La insensibilidad es un mal mortal que destruye silenciosamente nuestras almas. Nos vamos acostumbrando a ver y oír tanta desgracia que ya nada nos asombra, nada nos conmueve.