Muchas iglesias comprenden la importancia de tener presencia en la web. Sin embargo, para muchos, esto resulta un trabajo tedioso y muchas veces desconocido para ellos. Es por esta razón que muchos optan por contratar a un diseñador que les haga un buen diseño de la página y ¡listo! Algunos creen que con cambiar el diseño frecuentemente para que “luzcan nuevos” ya tienen el problema resuelto. Pero ¡cuán equivocados están!

La mayoría del público objetivo de una iglesia no va a ver los sitios de la misma forma que lo haría un diseñador. Ellos sólo quieren calidad, e información al día, y eso es lo que realmente va a hacer que su sitio web se destaque. Pero al parecer, el ciberespacio es un pueblo fantasma en cuanto a los sitios web de la iglesia se refiere.

Es importante que su página tenga las luces encendidas y no cubierto de telarañas. Dos horas de trabajo a la semana, eso es todo lo necesario para actualizar la información de su página y sobresalir en la comunidad de iglesias.