Sacar a relucir lo mejor de su pareja

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Según el dicho: “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”. ¿Será cierto? Quizás lo sea. En la Biblia, las mujeres se describen como la ayuda idónea de sus maridos. ¿Eso significa que ellas quedan a un lado, o tal vez en un rol más importante?

El autor Rick Johnson dice que las mujeres no se percatan de la cantidad de poder que tienen con respecto a los hombres en su vida: “No creo que muchas mujeres lo reconocen, pero tienen un poder a veces sólo con sus palabras, o una mirada, que literalmente pueden destruir a sus maridos o motivarles a hacer cosas que nunca habrían hecho por sí mismos sin su ánimo y apoyo.”

Cada varón tiene un gran potencial, indica Rick. Él motiva a las mujeres a aprender cómo sus palabras y acciones pueden influir en los hombres para que ellos sean todo lo que Dios quiere que sean.

“Pienso que todos los hombres tienen semillas de grandeza en ellos mismos, pero éstas deben ser alimentadas y cuidadas,” comenta. “Y creo que ese es un rol que Dios le dio a la esposa. Le dio el poder y la habilidad para nutrir y abonar esas semillas de grandeza.”

Rick Johnson también es expositor, y él se ha encontrado con mujeres que le preguntan cómo pueden cambiar a sus esposos. No lo pueden hacer, les dice, sólo Dios puede cambiar gente. Sin embargo, ellas pueden ejercer una gran influencia sobre las vidas de sus maridos.

Contrario a lo que algunas creen, muchos hombres desean realmente agradar a sus esposas. Pero el autor señala que los varones vivirán a las expectativas que establecen las mujeres por ellos. Si las expectativas son bajas, entonces los hombres no sentirán la necesidad de esforzarse por excederlas.

Si las mujeres reconocen que Dios ha puesto el potencial de la grandeza en sus maridos, y buscan nutrir esto en ellos, Rick dice que entonces estos hombres entenderán que pueden cumplir cosas grandes.

“Quizás eso no signifique que él salga y conquiste el mundo; tal vez sólo quiera decir que sea un excelente esposo, padre y hombre,” dice Rick.

Según este autor, un área que las esposas pueden obviar, es mostrarle respeto a sus esposos. Ésta es probablemente la necesidad más grande que tienen los hombres. Rick Johnson explica: “Pienso que para los varones, el respeto es aun más importante que el amor. Es intrínseco a nuestras almas. Notará que los jóvenes se pelean y se matan por asuntos de irrespeto. Desafortunadamente, ellos no comprenden el verdadero respeto”.

Una forma en la que la mujer puede mostrar respeto a su esposo es decirle con frecuencia lo mucho que lo aprecia. “Si su marido hizo algo que usted aprecia o admira, dígale: ‘Realmente admiro que hayas hecho eso’,” indica el experto. “Esto es increíble para un hombre. Dígale que es un buen hombre; nunca escuchamos eso. Eso es lo que queremos; queremos ser conocidos como hombres buenos.”

Rick dice que los varones usualmente están más vulnerables con sus esposas, pues ellos valoran altamente su opinión. No es común que les den a otras personas acceso a sus pensamientos y sentimientos profundos.

“Es por eso que las mujeres nos pueden destruir, literalmente, con un comentario”, explica el señor Johnson, “o nos animan a hacer cosas que nunca haríamos. Creo que si una esposa puede mostrar el respeto y admiración que su marido necesita y anhela, ella podría influenciarlo en muchas maneras”.

Las mujeres buscan otros medios de influencia para los hombres en su vida, señala Rick. Lo hacen por medio de fastidiar, quejarse o utilizando las relaciones sexuales como armas. Pero, ninguno de estos les dará los resultados deseados. A lo mejor logren que sus esposos hagan lo que quieren, pero les generará que en su matrimonio los esposos se sientan resentidos hacia ellas.

“Todos hemos visto el hombre regañado que hace lo que su esposa le dice”, escribe Rick Johnson. “Él es un cascarón vació. No está feliz, y ella tampoco.”

La clave para resaltar lo mejor en su esposo es aprender a hablar su idioma y afirmar sus buenas cualidades. Los halagos y motivaciones dados por las esposas, motivan a los varones a creer en sí mismos. De cierta forma, la mujer tiene la llave para liberar el potencial del hombre.

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