Que tu Defensa se convierta en un buen Ataque

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El tenis es un deporte que se practica en un terreno llano, rectangular, dividido por una red intermedia, al que se le llama cancha.

Este juego generalmente se lo disputa entre dos jugadores (individuales) o entre dos parejas (dobles) y se juega con raquetas y pelotas. El objetivo es golpear la pelota con la raqueta para que vaya de un lado al otro del campo pasando por encima de la red, si alguno de los jugadores no responde al envío de su contrincante por tres veces consecutivas este último gana un punto.

Lo interesante es que cada jugador trata de que el otro falle en su respuesta enviando la pelota de un extremo para el otro en el área de su adversario, pero la destreza de algunos jugadores es tal que no sólo se defienden sino que convierten el ataque de sus contrincantes en su propio ataque. Podríamos decir que “la mejor defensa es un buen ataque”

Definitivamente, debemos reconocer que estamos metidos en la cancha de la vida recibiendo ataques difíciles por parte de un adversario que claramente nos supera en capacidad, en destreza y velocidad, sencillamente no podemos por nosotros mismos. Nuestra capacidad es tan limitada y aunque creamos que tenemos el control de lo que nos rodea, muchas veces no tenemos el control ni siquiera de nuestro propio carácter. Un ataque directo es suficiente para perder el control y ser derrotado.

Se inteligente, busca una defensa tan efectiva y letal que se convierta en tu mejor ataque.

El Salmo 90:1 dice: “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente”

¿Estás intentado jugar en la cancha de la vida usando tu propia estrategia y aún no obtienes resultados sino que te está saliendo todo mal?

Romanos 8:37 dice: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”

El texto bíblico es tan elocuente que no necesita mucha explicación. El sacrificio de Jesús ya te hizo más que vencedor, reconozcamos delante de Dios que somos débiles y aceptemos su ayuda pues la mejor estrategia viene de su palabra y la forma de triunfar está resguardada en su voluntad.

El Salmo 18:2 dice: “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”

Igual que en el tenis, que tu defensa se convierta en un buen ataque. Que Jesús sea tu escudo y la fuerza de tu salvación.

Por: Héctor Colque

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