Que tu actitud de Compromiso sea tu Principal Adoración para Dios

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Reflexión de compromiso con Dios

El nuevo administrador, nombrado por la directiva general de una empresa de refrescos muy  conocida en el mundo, decidió hacer un recorrido de reconocimiento para ver el rendimiento de sus principales vendedores en su campo laboral.

Cada  uno de estos vendedores debía cubrir cierta zona de su ciudad al día ofreciendo los productos de la empresa. El administrador, dejando su oficina se encaminó sorpresivamente a supervisar el trabajo individual de cada uno.

Cuando empezó su recorrido jamás se imagino que al entrar en una de las tiendas, vería a uno  de sus vendedores consumiendo los productos de la competencia, en ese momento el administrador simplemente lo miró y sin decirle nada,  volteó y se fue, no solamente de ese lugar sino que también decidió terminar su recorrido.

El empleado, aún nervioso, pensó que no había hecho nada de malo, así que no se preocupó mucho y terminó su jornada laboral con toda tranquilidad, pero al llegar al edificio central de la empresa  el administrador pidió hablar con él. Quizás sólo se trate de un regaño o una llamada de atención, dijo para sí el vendedor. Sin embargo, al entrar en la oficina del administrador recibió una carta de agradecimiento por los servicios y su inmediato despido.

El vendedor reclamó de inmediato la razón de su despido. El administrador le contestó: Estimado amigo, nosotros no buscamos a los mejores vendedores, a los más inteligentes, a los más fuertes, a los más astutos, a los que tengan los estudios más destacados y, aunque procuramos dotarles de todo esto, mientras sean nuestros empleados lo que más nos interesa es que estén comprometidos con la visión y misión de la empresa.

Un relato bíblico nos cuenta que cuando Jesús pasó por esta tierra pidió a unos hombres que lo siguieran, pero éstos de inmediato dieron excusas porque aunque estaban con él mientras predicaba y hacia milagros no estaban dispuestos a comprometerse con su visión.

Quizás ésta misma actitud es la que tenemos, no solamente al seguir a Jesús en nuestro diario vivir, sino también en nuestro trabajo; simplemente nos interesa sólo la paga y ni siquiera conocemos la visión que tiene, o estamos en la iglesia simplemente porque nos sentimos bien pero desconocemos de sus actividades, nos mantenemos al margen sin comprometernos con la visión y la misión de la misma.

“Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” Juan 4:23.

Quizás hasta ahora sólo conocemos la alabanza a Dios por medio de los cánticos y aunque esto está muy bien, nuestras acciones son de igual forma alabanza para nuestro Señor.

La Biblia no para de hablar de personajes que decidieron comprometerse a creerle a Dios y cumplir su palabra, no importando la adversidad que se presente, tal actitud no pasó inadvertida y recibieron el honor de ser mencionados en la santa escritura  pero,  sobre todo,  vieron el cumplimiento de las promesas divinas en sus vidas.

Demuestra que eres una persona que realmente se compromete, hazlo con tu familia, con tu trabajo, con tus amigos, con la iglesia que tienes, pero sobre todo con Jesús.

Que tu actitud de compromiso sea tu principal adoración para Dios.

Por: Héctor Colque

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