Ojos que no ven, corazón que no siente

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martes 05 de febrero de 2013 – 10:56 a.m. 191

Esta frase ha sido utilizada muchas veces para tratar de huir de la realidad, suponiendo que mientras no eres testigo de lo que sucede, no te afectará.

Por más que intentemos hacernos los de la vista gorda frente a lo que está pasando, más nos carcomerá por dentro. Tratamos de ignorar nuestros sentimientos, limitar el  potencial que tenemos, dejar a un lado los problemas, los momentos de dolor y a esas personas que en algún momento marcaron nuestra vida. Esta parte de tu vida no debería ser ignorada, aunque no quieras verlo están ahí y tu corazón lo siente.

Dios nos hizo tripartitos, con un alma, cuerpo y espíritu, todo lo que suceda en alguno de ellos, repercutirá en los demás.

Pensamos que si no tocamos esa área que aún falta ser trabajada por Dios, podremos seguir adelante, cuando en realidad esto puede causarnos mucho más daño del que llegaríamos a pensar.

Abre los ojos y mira a tu alrededor, observa dentro de ti que es lo que está fallando, que es lo que sucedió para que perdieras tu primer amor, para que dejaras de ver la luz en medio de la oscuridad. Cuanto más nos analicemos  y reconozcamos que necesitamos ayuda, que requerimos la mano de Dios entonces podremos sentir con el corazón lo que Dios está haciendo.

«Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; apenas oigan con los oídos y han cerrado sus ojos. Para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos,  ni su corazón entienda y se conviertan y yo los sane». Hechos 28:27

Hoy te invito a mirar y aceptar que necesitas el perdón, la misericordia y la gracia de Dios y que tu vida necesita un cambio.

Que tus ojos vean y tu corazón sienta para que simplemente dejes de de existir y comiences a vivir.

Por: Telma Céspedes

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