Pero Yo Y Mi Casa Serviremos A Jehová Reflexión

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Esta es una hermosa afirmación de fe de Josué en el Antiguo Testamento. Este versículo expresa el corazón de un gran líder espiritual en el final de su vida. En estas palabras simples encontramos la voluntad de Dios expresamente declarada.

Estamos para servir al Señor y debemos hacer todo lo posible para ver que nuestra familia siga nuestro ejemplo. “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” – Josué 24:15

Pero Yo Y Mi Casa Serviremos A Jehová

Cuando los hijos de Israel se trasladaron a la Tierra Prometida, estaban preparando para establecer sus hogares permanentes en lugar de vivir en tiendas de campaña que eran bajadas y se movieron cada pocos días o semanas.

Su líder, Josué, lanzó un reto fuerte para las familias de Israel. ¿Que Dios o dioses van a servir? ¿Servirán a los dioses de Egipto, donde fueron esclavizados? ¿Servirán a los dioses adorados por los diversos pueblos que han encontrado en su Tierra Prometida? ¿O servirán al Dios que los sacó de la esclavitud en Egipto, los guió a través de los años de vagar en el desierto y los trajo a esta Tierra Prometida? Tenían que hacer una decisión, y su decisión haría toda la diferencia en el mundo, no sólo para sus vidas sino a toda su historia.

Hay muchas opciones que podemos hacer, sin embargo, la que es absolutamente vital es para servir al Señor. Podemos optar por tener a nuestros dioses falsos (el amor al dinero, ropa, joyería, deportes, TV, etc.) o podemos optar por caminar con Dios.

Tenemos que ser conscientes de que lo amamos más que Dios es un dios falso. Al igual que Josué, el apóstol Pablo nos amonesta: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” – Romanos 12:2

Otro mensaje muy importante para centrarse en este pasaje son las palabras “escogeos hoy.” Ningún individuo está garantizada la oportunidad de responder a Dios en algún momento futuro. La Biblia proclama: “Hoy es el día de salvación” (2 Corintios 6:2).

Josué mandó al pueblo a arrepentirse al dejar de lado a los dioses de sus antepasados y los dioses extranjeros: “Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.” (v. 23).

Cuando los israelitas expresaron lealtad sin un fin decisivo a sus prácticas, Josué debe haber recordado lo que Moisés les había dicho que no sería capaz de servir a un Dios santo y celoso, porque Dios no tolera rivales. “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso.” (Éxodo 20:5)

La decisión de servir al Señor solamente sobre la base de entusiasmo no va a durar. La decisión de un cristiano depende de la integridad: “Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. (Josué 24:14).

La decisión de seguir a Dios implica una decisión formada con un compromiso de “sinceridad y de verdad.” Esto significa servir de todo corazón, servir con integridad, o sin culpa. Esto era cierto para los israelitas, como es cierto para toda la humanidad.

Josué tomó la decisión junto con su familia para servir al Señor. ¿Servirá usted y su casa al Señor? Tenemos que ser conscientes de que nuestras decisiones tienen consecuencias buenas o malas no sólo para nosotros sino también para otras personas. Una decisión egoísta afecta a nuestras familias de manera negativa. Del mismo modo, la decisión de servir a Dios influye positivamente en nuestras familias.

Así como Josué señaló el camino a Dios, cada uno de nosotros tenemos la misma oportunidad. Pídele a Dios que le ayude a examinar su corazón, porque como creyentes nacidos de nuevo la Biblia nos dice que somos embajadores de Cristo (2 Corintios 5:20).

Si somos retirados, continuamos trabajando o eres un ama de casa, nosotros debemos enseñar el camino a Dios y ayudar a otros a venir al conocimiento salvífico de Jesucristo. Si seguimos a Cristo, llegará un momento en que tienes que decir a algunos de sus conocidos, “haz lo que quieras, pero yo voy a servir al Señor.”

Esta es una decisión personal, pero si al final todo se reduce a esto, usted debe optar por servir al Señor.

Al igual que Josué había dado un buen ejemplo para su familia para seguir a Dios, cada hombre cristiano debe hacer una declaración similar a la familia que el Señor le ha dado. Aunque Josué podría dar el ejemplo, no podía tomar la decisión por ellos, la gente tenía que elegir por sí mismos.
¿A quién servirás hoy?

“Pero yo y mi casa serviremos a Jehová”.

¿Has tomado la misma decisión con respecto a tu familia? En aquel momento Josué lo supo decidir. Hay muchas familias cristianas que están muertas, los hijos descarriados, la esposa o el esposo, pero déjame y te pregunto: ¿Con mano firme, has dicho: pero yo y mi casa serviremos a Jehová? Y todo esto sin importar el sistema de hoy en día, sin importar que el mundo cada momento que pasa se olvida de Dios, aprobando leyes que violan totalmente los decretos de Dios. En medio de un mundo que va de continuo al mal, ¿gas tomado esta decisión?

Dios nos ayude a mantener nuestra fe en alto en medio de un mundo corrupto que va de continuo al mal, y a perseverar, y que nuestras familias estén firmes hasta el día que nuestro amado Señor Jesucristo nos venga a buscar o nosotros vayamos a Él.

Josué 24:15

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