Cargaba ropa toda rota, sucia y con una actitud similar a las de las personas que viven en la calle, por lo que acercarse a los verdaderos vagabundos no les fue muy difícil. Al lograr acercarse, los saludaba y después les pedía lo ayudaran con dinero o algo de comida, ya que tenía hambre y no tenía forma de arreglárselas por sí mismo, y lo sorprendente de esta situación es que en verdad lo ayudaban. Había personas que sacaban de sus bolsillos las únicas monedas que tenía, lo que era todo su dinero, y se lo daban, siendo en verdad muy compartidos y desinteresados.

Ante esto, la respuesta del hombre disfrazado era solo una, agradecerles en palabras y en dinero, ya que les entregaba algunos billetes de 20 dólares como premio para su acción tan desinteresada. Incluso algunas veces le entregaban algo de comida, cuando no tenían dinero para darle, algunos sándwiches, hot dogs o similares, pero la reacción de ellos al ver que el hombre se los devolvía, ya que en verdad no tenía hambre, y solo los estaba probando, para ver si en verdad lo ayudarían, y entonces les premia de la misma forma, con algunos billetes de 20 dólares para que se ayudarán, ya que en verdad ellos si lo necesitan. Un hombre que en realidad no buscaba su dinero, sino darles el suyo, solo a quienes se los merecían en verdad.

Pidiendo dinero a personas sin hogar

Lucas 6:35 «Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos.»