La Navidad, ¿Más que una tradición?

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La navidad, más que una tradición

Cada año el Mundo Occidental y Cristiano, como algunos han dado en llamarlo, celebra la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

Para muchos esta es una fiesta de la familia, en la que hermanos y hermanas, padres e hijos, nietos y abuelos vuelven a reencontrarse para festejar, comer y hacerse regalos. Cada cultura a su manera propia, unos a la luz de las velas debajo de un arbolito adornado, otros comiendo carne asada, y los menos para reflexionar acerca del significado que esta fecha tiene.

Seguramente tu sabes muy bien que la iglesia cristiana en esta fecha celebra que Jesucristo ha nacido de la virgen María, pero si investigáramos un poco (leyendo la Biblia) pronto llegaríamos a la conclusión que esta fecha, en medio del invierno del hemisferio norte no es acertada. Además, si vemos que esta se ha transformado en la mayor fiesta de la cristiandad, echando, por así decirlo sombras sobre lo que para los cristianos debería ser la mayor fiesta: la obra salvadora de Cristo se ha llevado a cabo en la pascua, con su muerte y resurrección. Será pues esta una treta más del enemigo para distraer la atención y mostrar a Cristo como un pequeño niño indefenso? Quizás, pero te sugiero que no nos dejemos engañar por esto, y no despreciemos esta maravillosa oportunidad de hablar con nuestros seres queridos, y con la gente en general, de aquello que da sentido a nuestras vidas, de aquél quién nos rescató del camino de muerte y mentira para llamarnos a andar en sus caminos de vida y verdad.

No habrá sido para el 25 de Diciembre, ni será para tí esta una fecha digna de memorar acaso, pero hay algo que sí debería hacerse real en tu vida: Dios, para poder cumplir con su Plan de Salvación, permitió que una mujer concibiera un hijo sin tener ésta relaciones para ello, vino al mundo el mismo, se hizo carne y hueso morando entre nosotros, sintiendo y sufriendo todo aquello que tu y yo sentimos y sufrimos. Él desea que tú lo adores e imites, ya no al niñito como vino al mundo, sino al hombre que amó el mundo a tal extremo, que no ha rehusado entregarse a sí mismo en sacrificio para que todo aquél que en Él crea, no se pierda, más tenga vida eterna. Este es el regalo que Él te hace una vez más en esta navidad!

Él espera que tú recibas este regalo, y que lleves una vida llena de gratitud a Él, todos los días del año.

Publicado en Revista ID Munich

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