Si te pregunto hoy, ¿crees que Dios murió por tus pecados? Lo mas probable es que la gran mayoría me responda con un «¡Amen!» lleno de seguridad.
Ahora bien, entendamos esto. Cristo murió por nuestros pecados. El ya nos perdonó (en tiempo pasado). Esto quiere decir que no importa que pecado hayamos cometido (o cometeremos), si nos acercamos a Dios con arrepentimiento, ¡el ya nos perdonó!
Pero entonces, ¿por qué te es tan difícil creer por sanidad y prosperidad? Si Dios murió para perdonar nuestros pecados (salvación), curar nuestras heridas y sanar nuestras enfermedades (sanación) y enriquecernos (prosperidad), ¿por qué dejas a un lado las bendiciones de Dios?
Es lo mismo:
1. Dios no quiere perdonar nuestros pecados. ÉL YA LOS PERDONÓ. (Salvación)
2. Dios no quiere sanar nuestras enfermedades. ÉL YA NOS SANÓ. (Sanidad)
3. Dios no quiere prosperarnos. ÉL YA NOS PROSPERÓ. (Prosperidad)
Así como crees para salvación, debes creer por todo lo que Jesús vino a hacer en el mundo. Creer por sanidad. Creer por prosperidad.
Versículos bíblicos: