Grupos Juveniles: ¿Responsables de que adolescentes cristianos abandonen la fe cristiana?

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Tomado de www.ministros.org

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Un nuevo estudio podría revelar por qué la mayoría de los adolescentes cristianos abandonan su fe después de graduarse de escuela secundaria. Hace algún tiempo, el encuestador cristiano George Barna documentó que el 61 por ciento de los jóvenes de 20 y tantos años que había pertenecido a la iglesia cristiana en algún momento durante sus años de adolescencia, hoy día están ahora espiritualmente desconectados. Ellos no van a la iglesia, no leen la Biblia ni oran.

Según una nueva encuesta nacional patrocinada por el Centro Nacional para familias integradas a Iglesias (NCFIC), el grupo de jóvenes en sí mismo es el problema. Cincuenta y cinco por ciento de los cristianos estadounidenses están preocupados con el ministerio juvenil moderno porque lo consideran  demasiado superficial y demasiado centrado en el entretenimiento, lo que resulta en una incapacidad para formar creyentes maduros. Incluso el 36 por ciento de los creyentes de hoy día están convencidos que los  grupos juveniles en sí mismos no son ni siquiera bíblicos.

Después de responder a tres preguntas en YouthGroupSurvey.com, cada participante recibió una copia del ebook del director de NCFIC, Scott Brown titulado “Malezas en la Iglesia: ¿Cómo una cultura de edad segregada está destruyendo la generación más joven, fragmentando la familia y  dañando a la Iglesia? Así como el acceso a un documental de 50 minutos de duración titulado Dividido: ¿Está la Pastoral Juvenil moderna multiplicando o dividiendo a la Iglesia? (El documental ya ha sido visito por 200,000 personas). La encuesta se encuentra conectada activa hasta el viernes, 08 de noviembre.

Adam McManus, un portavoz de NCFIC, no se sorprende por la profunda preocupación de la Iglesia acerca de los grupos de jóvenes. ”La iglesia de hoy ha creado dependencia entre los compañeros”, dice McManus. “El resultado inherente de los grupos de jóvenes es que los adolescentes en la iglesia se centran en sus compañeros, no en sus padres o pastores. Es una sociología que lleva a la inmadurez, a una mayor probabilidad de actividad sexual, la experimentación con drogas y el rechazo de la autoridad de la Palabra de Dios. ”Proverbios 13:20 dice: ‘El que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño’. El resultado son los tropiezos de la juventud, que no pueden ver más allá de sus narices, y la adolescencia espiritual se prolonga hasta bien entrada la edad adulta. Por eso es el momento de volver al paradigma bíblico y sacar la estructura del grupo juvenil por completo” .

Y continúa: “Me siento muy alentado por los resultados de nuestra encuesta. Los cristianos estadounidenses finalmente están despertando a la desconexión entre la clara enseñanza de las Escrituras a favor de la familia, la integración y la obsesión de la iglesia de hoy día con la división de la familia en todos los sentidos. La segregación de edad, especialmente durante la tierna edad de la adolescencia no sólo no ha funcionado, sino que ha sido perjudicial. Peor aún, es contrario a la Biblia. Pero la buena noticia es que las prácticas de las iglesias relacionadas con grupos de jóvenes están cambiando dramáticamente. Hace veinte años incluso nadie se hizo esta pregunta”.

McManus cita los siguientes pasajes para documentar su afirmación de que es la voluntad de Dios para la iglesia abrazar el modelo bíblico de las familias de permanecer juntos en el servicio cuando se predica la Palabra de Dios: Deuteronomio 16:9-14, Josué 8:34-35, Esdras 10:1, 2 Crónicas 20:13, Nehemías 12:43 y Joel 2:15-16. ”Nuestra oración ferviente es que Dios levante una Iglesia llena del Espíritu, que predica la Biblia, centrada en Cristo, con familias integradas”, McManus añade. “Además, la iglesia tiene que empezar a equipar a los padres cristianos para comunicar el Evangelio a sus familias. Hoy día, los padres cristianos están comenzando a darse cuenta que sus deberes espirituales no se cumplen con simplemente dejar a sus niños en la escuela dominical y el grupo de jóvenes. No hay que olvidar las poderosas palabras pronunciadas por Moisés en Deuteronomio 6:4-7: ‘»¡Escucha, pueblo de Israel! Nuestro único Dios es el Dios de Israel. Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales. Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes.’ (TLA). Es obligación primordial de los padres discipular a sus propios hijos en el hogar, grabando en ellos los mandamientos de Dios sobre una base diaria”.

Cameron Cole, director de jóvenes en la Iglesia Catedral del Adviento, en Birmingham, Alabama, dice: “Hay una tendencia en nuestra cultura a externalizar el desarrollo de nuestros hijos. Para el desarrollo intelectual, los enviamos a la escuela. Para el desarrollo deportivo, los enviamos a las Pequeñas Ligas. Y para la formación espiritual, los enviamos al grupo de jóvenes. La iglesia ha hecho un mal trabajo de comunicar a los padres que ellos son los discipuladores de sus hijos. Los padres no creen esto, pero la realidad es que los niños escuchan a sus padres mucho más de lo que van a escuchar a un ministro de la juventud” .

“Es hora de que el padre cristiano tome el papel central que Dios ha ordenado”, concluye McManus. “En torno a la mesa del comedor, el padre tiene que dirigir la adoración de la familia, algo que había sido el comportamiento estándar de una vibrante familia cristiana estadounidense durante cientos de años, que se remonta al 1620. El padre necesita leer y discutir la Biblia, cantar canciones cristianas y orar junto a su familia, que es el pequeño rebaño en el cual Dios lo ha nombrado pastor. Francamente, no estoy tan preocupado por lo que pasa en la escuela dominical en la iglesia como lo estoy con lo que sucede en “la escuela el lunes y lo que sucede en casa con la familia.”

Tomado de www.ministros.org

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