El pastor Andy Stanley enseña a los cristianos cómo ser ricos

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Tomado de www.ministros.org

Optimized-AndyStanley-2Andy Stanley, pastor de la mega iglesia Willow Creek,  asegura no estar de acuerdo con la doctrina de la prosperidad. Ahora sorprende a sus lectores con su nuevo libro: “Como ser rico”.  ¿Cambió de opinión Stanley ¡No! y no se deje engañar por el título porque no se trata de otro libro que pretende promover la idea de que Dios quiere bendecir a todos sus seguidores con un Rolex con diamantes ni mansiones o Mercedes Benz. El mensaje de “Cómo ser rico” es en realidad todo lo contrario al del evangelio de la prosperidad. Stanley sostiene que el mensaje de la prosperidad “Dad y se os dará a vosotros” es un mensaje que ya se ha dado entre nosotros y por esa razón ahora es nuestro turno de dar. “Yo no tengo que dar uno para obtener 10. Yo vivo en los Estados Unidos de América, así que ya tengo mi 10″.

En su nuevo libro, “Cómo ser rico”, el pastor Andy Stanley tiene un mensaje para los cristianos estadounidenses: ” Tú eres rico,  empieza a actuar como tal”. Stanley parte de la premisa de que la mayoría de los estadounidenses son más ricos de lo que creen y ofrece consejos prácticos sobre cómo ser más generosos y, comparte diferentes  formas de aprovechar la riqueza de uno para el bien de los demás.  Stanley dice que el libro está escrito principalmente para que los estadounidenses puedan repensar lo que tienen y repensar su riqueza en el contexto de la economía global. “Estamos bien, pero estamos fascinados y consumidos por lo que no tenemos”, asegura. El autor opina también que los cristianos estadounidenses definitivamente no son conocidos por la generosidad, algo que considera lamentable, porque éste fue el sello distintivo de la iglesia del primer siglo que no tenía ninguna posición política o influencia social. “Creo que los cristianos estadounidenses tienen la oportunidad de replicar la generosidad de esa primera iglesia que tomaron literalmente las enseñanzas de Jesús, especialmente el Sermón del Monte  y, recuperar nuestra posición en la cultura”, declara.

Según Stanley, no importa dónde usted está parado en la economía, vivimos en la época más rica de la nación más rica de la historia. “De hecho, si usted puede leer esta entrevista , usted es automáticamente rico para los estándares mundiales. Y no es sólo porque se puede leer, sino porque se le ha dado la libertad individual para hacerlo, por no mencionar el tiempo”, recalca. Lo que llamamos “pobreza” hoy habría sido considerada de clase media hace sólo unas pocas generaciones. En 2000, el promedio de familia “pobre”  tenía los bienes y servicios que rivaliza con las familias de clase media de la década de 1970. Además, la mayoría de las familias pobres no se quedan pobres. Durante el período de dieciséis años seguido por un estudio, el 95 % de las familias en el quintil más bajo de ingresos subió la escalera económica a los quintiles más altos. Como Michael Cox, economista de la Reserva Federal, señaló: “Los ricos pueden haber conseguido ser un poco más ricos, pero los pobres se han vuelto mucho más ricos”.

El autor asegura que el propósito al escribir este libro es ayudar a los ricos seguidores de Jesús a mejorar en ser rico. “No es lo que tienes, sino lo que haces con lo que tienes, lo que realmente importa”, dice y  recalca además, que como hijo de un pastor bautista, fue educado para diezmar. “Nunca he dejado de diezmar. Siempre ha sido fácil para mí dar el primer 10 % de todo el dinero que recibo de cualquier fuente. Lo mismo mi esposa. Ese ha sido nuestro estilo de vida”. Además de diezmar siempre  a su iglesia local y además de eso, dice estar asociado en carácter personal con por lo menos dos organizaciones sin fines de lucro que ayudan a  los niños. 

En cuanto al contenido del libro, el autor dice que una de sus partes favoritas es la sección sobre el descontento. “Usted puede entrar en una tienda y ver todas las “cosas” y de repente darse cuenta de lo que no tiene y sentirse descontento con lo que tiene. De igual manera, usted puede ir a un país del tercer mundo en un viaje misionero y sentirse impactado al darse cuenta de lo que los demás no tienen. Si el darse cuenta sensibiliza hacia el descontento. ¿Por qué no utilizar entonces ese mismo principio para conducirlo a su generosidad?” Luego insiste “los cristianos no dan porque el problema será resuelto. Damos porque nos han mandado a dar y no damos porque se nos ha dado tanto a nosotros. La generosidad debe fluir de nosotros de la misma manera que el perdón o la amabilidad tiene alguna virtud cristiana. En primer lugar, ninguno de nosotros somos más felices que nuestras relaciones. De hecho, son las relaciones, en lugar del dinero, las que determinan la felicidad”.

Tomado de www.ministros.org

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