Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas

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viernes 11 de abril de 2014 – 09:19 a.m. 149

En nuestra acostumbrada reunión familiar les comentaba a mis hijos, sobre la importancia que tiene cada día poder alcanzar más almas para que por medio de Cristo entremos al Reino de los Cielos (Juan 3:3).

Para ello debemos patear bien duro la carretera. Caminar y caminar, persistir y persistir, tocar y tocar puertas anunciando las buenas nuevas de Cristo. Por que debemos llevar la lumbrera de la verdad a este mundo envuelto en el caos, el cual se está llenando cada vez más de misería, desesperanza, soledad, ira, división, separación, discriminación.

Razones por las cuales debemos llenarnos de valentía, fortaleza, confianza y fé de que podamos rescatar en la nave del amor, a todo aquel que desee entrar, aprender y vivir con Cristo.

Es allí que referimos a lo que nos indica Pablo en su carta los Romanos capítulo 10 versiculos del 14 al 16. «¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»

Este mensaje es para todo aquel Cristiano que esté leyendo esta reflexión y le invite a salir y visitar a un amigo, familiar o vecino a compartir la palabra con la clara idea de tomar del buen vino y lleve la copa de la vida a otros y que nadie se quede sin el grato sabor de vivir la experiencia de tener a Cristo en su corazón.

El mismo Jesus comprendiendo lo dificil que es salir a caminar y llegar cansados, el mismo lavó los pies a sus díscipulos, también les decía venid todo aquel cansado y te haré descansar.

Que hermosa es la sensación de experimentar y poder ver a un familiar, amigo o vecino que por su propia decisión reconoce y confiesa con tu boca que Jesús es el Señor, y cree en su corazón que Dios le levantó de los muertos, por cuanto será salvo (Romano 10: 9).

Este mundo estaría cada vez más lleno de personas amorosas, llenas de fe y paz, respetuosas, libres, por lo que habría menos guerra, menos niños abandonados, menos divorcios, asesinatos y delincuencia.

Que Dios te bendiga!!!!

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