Amor, Respeto Y Sexo

Compartir

viernes 31 de enero de 2014 – 06:46 p.m. 191

“Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.” Efesios 5.33

No dejes de leer aún!

Los hombres y las mujeres somos diferentes. Hay diferencias obvias y hay diferencias que yacen bajo la superficie. Este versículo señala las segundas diferencias.

En la mayoría de las relaciones, el tipo de amor que las mujeres quieren, tiene que ver con el deseo, el nutrir, el cuidado. Esto no insinúa debilidad, sino mas bien el deseo de ser queridas y tratadas con amor. Por esta razón es recomendable que los esposos amen a sus esposas.

Por el contrario, los hombres tienen un tipo de necesidad diferente. El tipo de amor que ellos desean tiene que ver con el ser lo suficientemente buenos. Ellos quieren ser reconocidos por su capacidad y habilidad. Por esta razón se le anima a las esposas a que respeten a sus esposos.

La dificultad es que la mujer desea y piensa en términos de una sola cosa, y los hombres desean y piensan en términos de otra. Por naturaleza, somos propensos a dar a la otra persona lo que queremos y no lo que ellos quieren. Dar el tipo de amor correcto debe ser intencional, de lo contrario no va a suceder por si solo.

Esposos, muestren a su esposa cuanto la desean hoy. Muéstrale que ella es deseada y que tu no puedes escapar su naturaleza irresistible. Romancéala con flores, una nota, una canción.

Esposas, muestren a su esposo que lo respetan. Que él es suficientemente bueno porque quien es él, ES suficientemente bueno. Que él es el hombre más capaz y ágil en tu universo. Dile que él es increíble.

Puedo garantizar que si haces esto hoy y más a menudo, el mensaje de amor será entendido por ambos. Querrán buscar a una niñera, salir en citas a solas y escaparse los fines de semana más seguido. Te verás diferente a ti mismo y entre si. Notarán la diferencia en su hogar, en sus conversaciones y sentirán la diferencia en su vida sexual.

Te recomiendo que lo intentes hoy y lo conviertas en un hábito…

Robert Vander Meer
www.laarboleda.net

Compartir