A Jesús no le importa la cantidad de pecados que tengas, Él quiere limpiarte y perdonarte

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martes 09 de abril de 2013 – 12:41 p.m. 332

¿Te sientes oxidado?

Mi padre siempre decía que se sentía como una olla oxidada. Estas son aquellas que después de mucho uso, tienen la suciedad tan impregnada que resulta  difícil de lavar y utilizar. ¿Cuántas veces nos hemos sentido así? Pensando que hemos perdido valor por nuestras viejas y profundas manchas y hasta dudando que alguien pueda borrarlas.

Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es sólo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) Efesios 2:4-5

En ese tiempo no sabía que responder, pero hoy puedo decir que Dios hizo mucho más que quitarnos nuestras profundas manchas,  Él nos dio vida, ya que además de sucios, estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Sin siquiera una remota esperanza en un buen final, pero aún así, Cristo tuvo tanto amor, que tomó el lugar de la muerte que nos merecíamos, para que tengamos una nueva vida.

Entonces Jesús le contó la siguiente historia: Un hombre prestó dinero a dos personas, quinientas piezas de plata a una y cincuenta piezas a la otra. Sin embargo, ninguna de las dos pudo devolver el dinero, así que el hombre perdonó amablemente a ambas y les canceló la deuda. ¿Quién crees que lo amó más? Lucas 741-42

Una mujer que era muy conocida por sus muchos pecados, se postró delante de Jesús, derramó un perfume muy costoso en sus pies, sin parar de besarlo, ante tal situación, las personas presentes criticaban a Jesús, ellos pensaban que ella era demasiado sucia como para que Jesús permitiera que se acerque, pero, Jesús sabia que le daba más amor y agradecimiento que todos los demás presentes.

«Te digo que sus pecados que son muchos han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco, demuestra poco amor». Lucas 7:47 (NTV)

En esto Jesús nos demuestra, que no le importa la cantidad de pecados que tengas, por más profundos que parezcan, si has cometido muchos y grandes errores, para Él no es problema limpiarte. La parte difícil ya la hizo en la cruz, ahora quiere que tengas vida y empieces de nuevo. Ya no eres la vieja olla sucia y oxidada, Dios quiere perdonarte, y solo espera de tu parte, amor y gratitud.

¡Si eres de las persona que más se le ha perdonado, comienza a demostrar que también eres el mas agradecido!

Por: Shirley Chambi.

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