La becerra del Señor.

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becerraMartyn Lloyd-Jones relató una historia acerca de un granjero que entró en su casa un día para informar a su esposa y familia de unas buenas noticias. “La vaca acaba de dar a luz a dos becerras – una blanca y la otra roja.” Continuó diciendo, “Debemos de dedicar por lo menos una de estas becerras al Señor.
Criaremos a las dos juntas y cuando viene el momento oportuno, venderemos la una y nos quedaremos con la ganancia y venderemos la otra y entregaremos la ganancia de esta a la obra del Señor.


Al escuchar esto su esposa le pregunta, “¿Y cuál de las dos dedicaremos al Señor?” El esposo le contestó diciendo, “No hay que preocuparnos con ese detalle ahora. Trataremos a las dos de la misma manera, y cuando llegue el tiempo de hacerlo, decidiré yo cuál de las dos es la de Dios.


Unos días después de esta plática, entró el granjero en la cocina con una cara bien triste. “¿Qué pasó?”, preguntó su esposa. “Tengo malas noticias”, dijo el granjero. “Murió la becerra del Señor”. “Pero espera”, dice su esposa. “Tu nunca decidiste cual de las dos becerras era la del Señor”. “Si lo hice”, dijo el granjero. “Decidí que la becerra de Dios era la blanca, y la blanca murió. ¡La becerra del Señor está muerta!”.


Martyn Lloyd-Jones



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